El Ángel sin Alas
/ Era un día de esos de los que no te dicen nada,
/ De los que transcurren y no te dejan huellas;
/ No había firmado cheque para pagar mis deudas,
/ Ni siquiera era día para gastar veinte pesos en el mercado;
/ La cena estaba hecha y mis pies descalzos un poco cansados;
/ Mi ajetreo en la casa después del trabajo;
/ Mi esposo en su trabajo y unas ganas infinitas de salir volando.
/ Me senté frente al computador a revisar mis mensajes.
/ El estaba allí mis ojos lo veían, unas líneas diminutas algo me decían.
/ Me ajuste mis espejuelos, me acomodé en mi silla,
/ ¿Cómo era posible que después de tantos años sus recuerdos aparecieran?
/ Me quedé perpleja leyendo sus versos; eran tan intensos que mi mente se mecía.
/ Me transporte en instantes aquel mundo pasado y distante que un día fue y que jamás volvería.
/ Entre lágrimas y risas me estremecí en sus brazos por un momento;
/ Estaba tan lejos pero tan cerca;
/ Era mentiras y a la vez realidad;
/ Me sentí perdida, me sentí dichosa;
/ Fue una cosa rara y a la vez hermosa;
/ Mi ángel sin alas derrochando placer,
/ En aquella chiquilla que un día de febrero hizo su mujer.
/ De momento, las nubes muy grises se empezaron a juntar;
/ Un gran aguacero empezó a caer,
/ Las flores del jardín se empezaron a mecer
/ Y el ángel sin alas se volvió a perder.
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