Ella era una mujer extraña
/ que llegó a mi vida
/ y se aferró a mi pecho;
/ yo que tenía el ánima herida
/ le pedí se quedara
/ y a pesar de su mala fama
/ le llamé querida.
/
/ Ella era una mujer sufrida
/ que llegó a mí
/ y me sintió sincero,
/ yo que estaba solo
/ y la sentí muy digna
/ le besé los ojos
/ cual si fuera vírgen
/ y le llamé mi amiga.
/
/ Ella era una mujer entera
/ que se acercó cansada
/ y me acarició la cara;
/ yo que tenìa mi corazón
/ en espera; le ofrecí mis brazos
/ y la llamé mi compañera.
/
/ Ella era una mujer sin nada
/ que adivinó en mis ojos
/ una mirada humana;
/ yo que todo lo había perdido
/ empecé de nuevo
/ y la llamé mi amada.
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