Llevado por la angustia y el dolor,
/ Me hice a la mar sin rumbo y sin sentido
/ A la espera de poder ser tragado
/ Por las fauces del monstruoso olvido.
/ Bogué por largo tiempo
/ Hasta darme cuenta de estar perdido.
/ Solté sin más los remos
/ Y me quedé tendido
/ A la espera de ser
/ Por la bestia mordido.
/ ¿Cuánto rato estuve así? No lo sé.
/ El tiempo parecía haberse detenido.
/ Seguía, !oh, sorpresa!, aún flotando
/ Sin haber sido todavía engullido.
/ Y como nada ocurriera,
/ Volví a tierra derrotado y rendido
/ Con la extraña sensación
/ De no ser ni por la Muerte querido.
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