Besos que no das,
/ besos que se pierden
/ en los labios secos
/ de quien los espere.
/ La Reina besó
/ y el Rey, sonriente,
/ besar se dejó.
/
/ El tiempo acostumbra
/ seguir por sus fueros;
/ donde hubo cenizas,
/ antes hubo fuego.
/ Y el Rey y la Reina,
/ de todos primeros,
/ besa que te besa.
/
/ Perfecto, Señores,
/ nos los merecemos
/ los que a sus desplantes
/ no somos ajenos.
/ Un beso es un signo
/ acompañadero
/ de paz y optimismo.
/
/ Que no, no queden
/ los besos sin dar,
/ por más que el amor
/ diese marcha atrás.
/ Puede que algún día
/ de felicidad
/ reste todavía.
/
/ Y en esas estamos,
/ don Juan y Sofía;
/ por el bien del pueblo,
/ besos a porfía.
/ Debe la Corona
/ ser fotografía
/ de antaño y ahora.
/
/ A besarse más
/ ante el pueblo unido,
/ que besarse es justo
/ lo que no hemos visto.
/ !Ay, la Monarquía!
/ !Ay, cuántos disgustos
/ a la luz del día!
/
/ Pero se acabaron
/ por un beso griego,
/ reflejo platónico
/ de ánima y de cuerpo.
/ Como debe ser
/ en este universo.
/ !Bésense otra vez!
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