Tu nido está preparado,
/ paloma de mi alma,
/ entre los arrayanes,
/ en medio de los cipreses.
/ Ha venido tu calma,
/ Se ha ido el viento
/ que desparramado
/ en el momento
/
/
/ se fue de tu loma.
/ Has aleteado herida
/ por la triste vida,
/ pero en este monte
/ está tu paz.
/ En tu faz
/ Está tu horizonte
/ y una tristeza vencida
/ que en el espacio dejas aroma.
/
/
/ Aroma a flores
/ que llevas en tu pico,
/ vas venciendo a los zarzales
/ y entre los zorzales
/ llevas tu humilde cántico.
/ En dirección a tu anidar,
/ venciste tu duro peregrinaje,
/ que en un aruñar
/ diste un golpe duro en tu viaje.
/
/
/ No te detengas, paloma de la esperanza,
/ los vientos serán duros,
/ los caminos serán oscuros.
/ No pares hasta llegar
/ que muy pronto pisarás
/ el tierno hogar
/ que la vida te ha podido dar.
/ Lo contemplarás
/ con sentimientos puros
/ y allí será tu reposar
/ en eterna confianza.
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