Cuando me miras, ojos tristes
/ y tan delicada como una flor.
/ Y luego vienes y me sonríes,
/ me dices hola y después adiós.
/ Entonces rompes todos mis esquemas,
/ le prendes fuego a la casa
/ y te marchas.
/ Cenizas y los pocos restos
/ del naufragio,
/ navegan ahora en un mar en calma,
/ sin olas, frío...
/ Y ya no quedan mas tempestades
/ que amainar,
/ ni días de fiesta que celebrar.
/ Tan solo olvido,
/ triste olvido y nada más.
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