La primera vez que te ví sentí
/ como una espada atravesava mi pecho
/ Tus ojos de cielo y tu sonrisa
/ de sol no se apiadaron de mi alma.
/
/ Esa sonrisa que para el tráfico,
/ las personas e incluso el tiempo,
/ Esos ojos capaces de iluminar,
/ hasta en senderos oscuros,
/ y quitarte el aliento,
/ en cuestión de segundos.
/
/ Cuando te veo mi corazón para,
/ y los nervios se extienden
/ por todo mi cuerpo,
/ las palabras faltan,
/ pero tu mirada,
/ es la conversación que anhelo.
/
/ Tu forma de hablar, tus gestos,
/ tu saber estar, tu clase,
/ hacen de mi ser,
/ una textura tan suave,
/ como el terciopelo.
/
/ Dios te hizo perfecta,
/ y aunque seas muy difícil,
/ no pararé hasta conseguir mi meta.
/ Porque el propósito de Él,
/ es que tú y yo seamos uno,
/ para que juntos cabalguemos
/ hacia la vida eterna.
más poemas de Iván Labrado García
más poemas de Iván Labrado García