LA RESPUESTA EN TU SILENCIO
/ No fue necesario preguntarte si me amabas,
/ porque conocía tu alma,
/ y ya nada me ilusionaba,
/ no existía ninguna esperanza,
/ nada tenía sentido
/ Porque lo había leído en tu mirada;
/ me lo habías dicho, sin decírmelo.
/ Solo te pregunté si me querías.
/ Y en los segundos de silencio
/ de la expectante espera de tu respuesta
/ Se asomó la eternidad
/ por entre mi ansiedad y mi impaciencia.
/ Pero tus labios no se abrieron,
/ y se quedó tu boca
/ sin decir palabras
/ Entonces se justificó mi miedo,
/ cuando entendí tu negativa respuesta
/ en tu insensible, frío e imperturbable silencio.
/ Jacob Neruda Unamuno
/ Derechos reservados
/ Chile
más poemas de Jacob Neruda Unamuno
más poemas de Jacob Neruda Unamuno