Somos doblemente unidos a una vida,
/ En el uno somos materia,
/ Y en el otro la esencia,
/ Y tras un largo tiempo,
/ Acabamos por admitir que en esta vida,
/ Representamos al cuerpo y al espiritu,
/ Y al unirnos formamos completamente a una persona,
/ Pero al llegar nuestro fin,
/ Se miran cara a cara para poder conocerse,
/ Y una vez que se han conocido,
/ Llega la hora de separarse.
/ El alma le contesta al cuerpo que la llebaba presa,
/ Tenemos que separarnos rompiendo nuestro largo pacto,
/ Y con ello la amistad,
/ Y mi camino ha de seguir,
/ Pero me apena el no verte nunca mas,
/ Mas te digo que ahun cansado y medio dormido,
/ Lloras de verme partir,
/ Pero por mucho daño causado,
/ No te guardo reencor alguno hermano,
/ Ya que aveces torcistes mi camino,
/ Por ti conoci al dolor sin mi consentimiento,
/ Y aveces bolvistes mi fe de un rojo sufrimiento,
/ Y ahun asi..me apena marcharme de ti.
/ Y el cuerpo debil y abatido,
/ Y de un color marchito le contestaba asi..
/ Lo siento pero en este momento tengo ganas de dormir,
/ Yo siempre he cumplido y reaccionado como tu exclavo a tan insistentes sentimientos,
/ Al que tu me has ido entregando a lo largo de nuestros años,
/ Pues no he echo mas que cumplir y obedecer,
/ Siempre a hordenes de vuestra merced,
/ Y lo dicho,aqui se termina nuestro largo pacto,
/ Pero algun dia nos encontraremos de nuevo juntos,
/ En un mismo mundo,
/ Y quien sabe si firmaremos el mismo contrato.
más poemas de Adelaida Lopez Marcos
más poemas de Adelaida Lopez Marcos