Historia de un amor
/
/ El amor en ti, por mí,
/ se ha muerto
/ y has dejado en mi alma
/ el amargo dolor.
/ Dolor de los recuerdos,
/ porque no logro el olvido
/ de tu olvido de mi amor.
/ Porque eras mía y presumía,
/ que me amabas como yo.
/
/ !Y ahora ya no te tengo!
/ Pero aún siento tu calor
/ y el perfume de tu cuerpo.
/ Pienso en tu boca de fuego
/ y tus ojos, que vieron a mis ojos,
/ retener mi pena y desconsuelo.
/ A veces creo escuchar tu voz
/ en mi silencio
/ Diciéndome: te amo,
/ diciéndome te quiero.
/ Entonces, te abrazo
,
/ y me duermo en un beso,
/ confundiendo la realidad
/ con los sueños;
/ confundiendo el pasado
/ con el presente;
/ olvidándome que ya no estás
/ Que ahora ya no te tengo.
/
/ Que no tengo la dicha de la vida
/ que contigo me apareció...
/ No tengo amaneceres de sol.
/ No tengo las estrellas
/ que en la quietud de la noche
/ contemplaban nuestro amor,
/ en ese mundo que era solo tuyo y mío,
/ en donde solo existíamos tú y yo.
/
/ ¿Quién me robó tu cariño?
/ ¿Quién le quitó a mi vida el sentido?
/ Entonces no era verdad,
/ cuando abandonada en mis brazos
/ decías que me querías.
/ Por favor no me digas
/ que todo lo que vivimos...
/ Fue solo una hermosa fantasía.
/ No, !No puede haber sido mentira!
/ Tan cruel yo no te imagino...
/ ¿Pero dónde quedaron tus besos?
/ ¿A dónde se fue tu cariño?
/
/ !Y ahora ya no te tengo!
/ Ahora que tu corazón me olvidó;
/ puedo decir lo que es el amor...
/ Porque el invierno,
/ de mi vida se apoderó.
/ Porque los senderos juguetones
/ que a nuestros pies se perdían,
/ están tristes como yo
/ Pues extrañan tus pasos
/ junto a los míos
/ Extrañan tu voz y tu alegría.
/
/ Porque cuando llego a ese lugar,
/ que habíamos hecho nuestro
/ Donde el amor tantas veces
/ se supo manifestar
/ Donde nos supimos amar.
/ Una pena cruel y amarga
/ me embarga al recordar
/ Haciendo que una lágrima
/ a mis ojos se asome
/ Porque por aquí solíamos pasear,
/ y te sentía tan mía,
/ caminando a mi lado,
/ tomada de mi mano
/ O en un abrazo, fusionados,
/ y del mundo olvidados.
/
/ La vida me sonreía
/ Los árboles que ya nos conocían,
/ nos saludaban moviendo sus ramas.
/ Hasta la luna se asomaba
/ a mirar tu cara.
/ Parecía que todo el universo se alegraba
/ Y ahora tu ausencia
/ oscurece mi alma.
/
/ Porque la soledad y el silencio
/ me dice que me faltas,
/ y me gritan cuán solo estoy.
/ Porque me duele ahora la vida,
/ pues sin ti, no sé como vivirla...
/ Me duelen las canciones
/ que escuchábamos los dos,
/ me duelen los días y las noches
/ que solo estoy.
/
/ !Ahora que no te tengo...!
/ !Sé como duele el amor!
/ Jacob Neruda Unamuno
más poemas de Jacob Neruda Unamuno
más poemas de Jacob Neruda Unamuno