¿Qué fueron lo que mis ojos no vieron
/ ni mis oídos oyeron?
/ !Sus enojos!
/ ¿Y qué fueron, que tampoco escucharon,
/ de sus labios, pues callaron?
/ !Sus abrojos!
/ ¿Qué fueron lo que gustosos
/ no hallaron de aquel tacto mudo
/ de unos dedos nerviosos
/ ante aquel cuerpo desnudo
/ de polígonos hermosos?
/ Lo que pudo haber sido y nunca fue:
/ El haber arrancado de su tersa piel
/ aquel vestido ajustado
/ para saborear después,
/ centímetro a centímetro y palmo a palmo,
/ todo su cuerpo. Y con fe,
/ cuan Teseo enamorado,
/ adentrarme en su laberinto
/ sin ayuda de ningún cordel,
/ solo guiado por el instinto,
/ sin posibilidad para salir de él
/ y permanecer allí para siempre
/ perdido en las entrañas de su vientre.
más poemas de Carlos Medina Cebrián
más poemas de Carlos Medina Cebrián